Tuberculosis es una enfermedad infecciosa de carácter crónico producida por el bacilo Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch (bacilo gram-positivo descubierto en 1882 por Robert Koch), y en raras ocasiones por Mycobacterium bovis o Mycobacterium africanum. Afecta principalmente al aparato respiratorio, pero puede infectar cualquier órgano. Se denomina también "tisis". El nombre de tuberculosis se debe a la formación de tuberculomas, que son unas formaciones celulares donde quedan almacenados los bacilos.
La enfermedad puede afectar también a animales del ganado vacuno, porcino y avícola.
En el siglo XIX, Gaspart Laurent Bayle y René Laënec, médicos franceses, establecieron las distintas formas y etapas de la tuberculosis; ambos murieron a causa de ella. En 1882 Robert Koch, microbiólogo alemán, descubrió el agente responsable de la enfermedad. A principios del siglo XX fue desarrollada la prueba diagnóstica de la tuberculina. Albert Léon Calmette y Camille Guérin, en 1924, elaboraron la vacuna de la tuberculosis con el bacilo vivo atenuado denominada BCG (Bacilo de Calmette- Guérin).
La tuberculosis actualmente se asocia frecuentemente al SIDA, de tal forma que, tratándose de una enfermedad que era cada vez menos frecuente, ha experimentado tal rebrote en los últimos años, que hasta que no se controle el SIDA probablemente la tuberculosis no sea eliminada.
Suele transmitirse por inhalación tras un contacto prolongado. Raramente se contagia por ingestión o por inoculación cutánea. La contagiosidad se relaciona con el número de microorganismos expectorados, con la extensión de la enfermedad en los pulmones y con la frecuencia de la tos.
El bacilo llega al pulmón y desde allí se propaga por vía broncógena o por vía linfática o hematógena a otras partes del organismo donde produce lesiones tras largas periodos de latencia.
La tuberculosis no tiene un periodo de incubación definido. Tampoco deja inmunidad permanente.
La infección primaria se denomina primoinfección tuberculosa y suele ser asintomática. Cuando cursa con síntomas, se denomina tuberculosis primaria y puede curar o reactivarse años más tarde por algún tipo de disminución de las defensas que permite al bacilo reproducirse y producir síntomas. La infección primaria se localiza generalmente en los pulmones. Aunque la tuberculosis primaria no progrese, en el individuo se producen alteraciones de tipo inmunológico que permiten que todo infectado sea identificado mediante la prueba de la tuberculina.
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