La Cerveza y un poco de su historia



La cerveza es una de las bebidas más antiguas y valoradas de la humanidad. Sus características nutricionales, su frescor y su variedad de sabores hacen de esta bebida una de las más populares y consumidas del mundo.


Orígenes

El hombre domesticó los cereales entre el 10000 adC y el 6000 adC en la zona de Mesopotamia. Es entonces bastante probable que tanto el pan como la cerveza fuesen descubiertas al mismo tiempo. Sólo es una cuestión de proporciones: si se ponía más harina que agua y se dejaba fermentar, se obtenía pan, si se invertía la proporción y se ponía más agua que harina, y se dejaba fermentar, se conseguía cerveza. Los rastros más antiguos que atestiguan la existencia de panificación y de cervecería los encontramos en Mesopotámia, pero sería ocioso buscar una filiación con procedimientos idénticos descubiertos en el resto de Europa. Es preciso entonces creer que la cerveza se descubrió o inventó en muchos lugares del Mediterráneo y de Europa de forma simultánea.

Originalmente la cerveza ofrecía dos ventajas básicas. En primer lugar, permitía una repartición más abundosa de un ingrediente no muy fácil de cultivar al principio. En efecto, era más fácil hacer mucha cerveza con un poco de grano que mucho pan con la misma cantidad de grano. De hecho, muchas cervezas se hicieron remojando panes fermentados, cocidos en agua y dejando fermentar la mezcla. La cerveza se chupaba con cañas para evitar encontrarse con grumos de pan. En segundo lugar, la fermentación producía alcohol y desinfectaba el agua ofreciendo así una bebida límpia de contaminación bacteriana.

La cerveza se diferenció claramente del pan y pasó a ser una bebida independiente de la panificación, cuando se empezó a filtrar y entonces a berber sin caña. Se solía aromatizar con numerosas cosas y mezclarla con vino o hidromiel. Tampoco era raro el hecho de aguarla.

El fenómeno de la fermentación era concebido como un acto procedente de las divinidades con fuerte carácter mágico. Así fue como la cerveza fue concebida como bebida sagrada y placiente a los dioses. Y no son raros los textos en los que se describe una ofrenda en la que figura la cerveza como alimento sagrado.

Cuando la cerveza se produjo en grandes cantidades, también bajó sensiblemente su calidad. Así es como en muchos lugares del mediterráneo clásico apareció la cerveza como bebida de taberna. El único lugar donde parece que la cerveza no tuvo mucho papel fue en la Grecia Antigua donde dominaba el vino. Por todo el resto de la cuenca, la cerveza fue la bebida popular y a la vez sagrada. En concreto, en Roma, en los bajos fondos, se consumía en cantidades ingentes. Y para elaborarla se tuvieron que arrancar viñas. Cosa que creó un importante conflicto con los adeptos del vino.

Originalmente, las cervezas se solían hacer con un cereal antecesor del trigo llamado espelta. Pero rápidamente, se impusieron el trigo y la cebada en la cervecería. El trigo, más agradable en su forma sólida, fue reservado a la panificación y la cebada destinada a la cerveza. Curiosamente, ya en épocas muy remotas, la cebada no se servía cruda. Se hacían unos panes, cocidos a diferentes niveles y que se conservaban muy bien. Para hacer la cerveza, se hacía trocitos el pan y se mezclaba con agua. Después de calentar y cocer la mezcla, se dejaba fermentar unos días.

Existen testimonios gráficos y documentales en la Región de Mesopotamia que describen como los consumidores usaban una caña para beber la cerveza sin encontrarse con los trozos de pan. Los egipcios comenzaron su cervecería con panes como los Sumerios, pero parece ser que fueron los inventores del malteo. Y tanto en la Mesopotamia como en Egipto, se hicieron grandes cantidades de cerveza de muchos tipos diferentes identificados por su color, cosa que indica que ya controlaban el grado de torrefacción de los panes o del grano.


OKTOBERFEST de villa general belgrano, el paraiso del mamerto

Villa General Belgrano fue fundada en los años ´30, por dos alemanes, Jorge Kappuhn y Paul Heintze. Ellos comenzaron un sueño en estas tierras, buscando un lugar para sus compatriotas.En 1943, con el pueblo en crecimiento, un grupo de marineros del acorazado Graf Spee se instaló en la Villa y, junto a los vecinos del lugar, fueron otorgándole a este paisaje de las Sierras de Córdoba, ese estilo único que lo caracteriza. Las delegaciones representativas de todo el mundo, año a año se fueron multiplicando con grupos de Alemania, Dinamarca, Escocia, España, Islas Canarias, Yugoslavia, Suecia, Portugal, Brasil, Grecia, Italia, Armenia y Ucrania, entre otros. Todos vistiendo sus trajes típicos y ampliando notablemente el espectro cultural de la fiesta.

Los años pasaron y la industria cervecera se desarrolló notablemente. Con ello la fiesta creció y comenzó a convocar a una gran cantidad de turistas. Esos turistas que aún hoy se acercan a Villa General Belgrano a vivir algo diferente y que en esta oportunidad, se sorprenderán más que nunca con un Oktoberfest totalmente renovado.

Villa General Belgrano adoptó desde el primer momento las características de una auténtica aldea alpina, con casas de tejados rojos a dos aguas, coloridos jardines y abundante madera. Además, la exquisita gastronomía centroeuropea con sus platos típicos y sus deliciosas tortas.Y todas las costumbres de Europa Central, como la música, los bailes, las fiestas, las artesanías y por supuesto, el idioma.

En la década del ´60, surge la Fiesta Nacional de la Cerveza, de la mano de los primeros inmigrantes que llegaron al pueblo. En aquel entonces, un viejo carro que en su interior transportaba la pintoresca orquesta local, era el encargado de desatar la algarabía en la plaza más céntrica del pueblo. Las orquestas y los grupos de bailes, eran presentados por un gran locutor que hoy es profundamente recordado y que le da el nombre al escenario principal, Matías Calvo Ortega.

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